Que suerte!

De momento no tengo queja, por fin y desde su creación he podido acceder a mi blog. Lo creé, escribí y luego no sabía entrar ni recordaba los pasos a seguir para volver a expresarme aquí. Y hoy viernes que me enfrento a un fin de semana tranquilo - ya era hora -a estas horas y casi durmiendo sobre el teclado... va y entro. Bueno, desde que empecé en esto hasta ahora he asistido a muchos estrenos, he convivido con muchos actores y actrices del mundo amateur, he aparecido en dos obras de teatro, he dirigido una y ahora me enfrento al terreno artístico profesional. Que divertido y sacrificado es todo, en su justa medida. Que bueno el teatro en casa, incluso con bolos en los pueblos cercanos y que extraño el rodaje fuera donde hay mar. La otra noche en la Gala de la Peladilla D'Or del Periódico Ciudad me di cuenta de lo bien que estamos aquí, tan oprimidos y cobijados por las montañas, con nuestras posibilidades y nuestras carencias. Pero también me di cuenta de lo bueno que es traspasar las montañas y medirse de igual a igual con los demás. No sé si alguien va a entender esto pero si se toma su tiempo en leerlo puede que acabe conociéndome más.